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Bucha, la ciudad de Ucrania, es ya es sinónimo de genocidio y por eso Biden acusa a Putin de ser un “criminal de guerra”

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Análisis de Alberto García Marrder-Especial para “Proceso Digital”.

Escribo esta crónica-análisis con el corazón desgarrado por las atrocidades cometidas, supuestamente, por las tropas rusas en Bucha, una población en el norte de Ucrania. Y después de haber visto decenas de fotos y videos de civiles ucranianos asesinados y torturados.

También con rabia por la desfachatez del gobierno ruso que alega que todos esas fotos y videos son “falsos y manipulados”, que forman parte de una campaña de “propaganda y provocación” del gobierno de Ucrania.

Según el gobierno ruso, esos “muertos” son actores y recalca que las tropas rusas cuando ocuparon  esos territorios en el norte, “nunca hicieron daño a un ucraniano”.

Yo que tengo sangre rusa (por mi abuelo materno), quisiera recalcar que esta es “la guerra de Vladimir Putin”, no de Rusia. Aunque reconozco que el líder ruso es muy popular en su país y que gran parte de la población apoya la “incursión militar especial” en Ucrania y no sepan, por la férrea censura, lo que realmente ha ocurrido en Bucha.

Las aparentes atrocidades salieron a relucir hace mas de una semana cuando las tropas rusas se retiraron de las zonas ocupadas cercanas a Kiev, ante el sonoro fracaso en la estrategia principal del Kremlin de controlar la capital de Ucrania y montar un gobierno títere. Eso tras capturar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, vivo o muerto.

La resistencia ucraniana ha hecho replegar a las tropas rusas, para concentrarse estás en la zona del Donbás, en la zona oriental del país y las más ricas por sus reservas de minerales.

Una columna de tanques ucranianos en el frente oriental de Ucrania. (Foto Ministerio de Defensa de Ucrania/Via Wikimedia).

Lo que se encontró en Bucha, casi un suburbio de Kiev, es dantesco. Decenas de cuerpos abandonados en las calles, muchos con un tiro en la nuca y con los brazos sujetos por detrás, y varias fosas comunes, con 410 cuerpos, incluidas mujeres y niños, donde-aparentemente- soldados rusos habían defecado.

Además, muchos civiles con la lengua cortada, según las versiones de los periodistas que entraron a Bucha después.

Vecinos de Bucha dijeron que entre las tropas rusas había también mercenarios chechenos, con órdenes de disparar a los desertores.

Las mujeres ucranianas violadas fueron, según estos vecinos, rapadas al estilo de las colaboradoras con los nazis de la segunda guerra mundial antes de ser asesinadas y lanzadas a la fosa común.

Mujeres soldados ucranianas rapadas cuando fueron capturadas por las tropas rusas, en un signo de humillación. Quince de ellas formaban parte de un intercambio de 86 prisioneros con los rusos. (Foto Dmytro Lubinet- Facebook).

En Motiquin, otra población cercana a Kiev, fue asesinada la alcaldesa, Olga Sujenko, su marido e hijo al negarse ella a colaborar.

Según estas mismas versiones, decenas de niños fueron secuestrados y usados como “escudos humanos” encima de los tanques para proteger su retirada y para que los vecinos no informaran de sus posiciones a las tropas ucranianas que se acercaban.

No olvidemos que todo esto es “pura propaganda”, según Moscú. Es una versión negacionista muy aceptada en algunos países latinoamericanos donde aún se ven dos medios oficiales rusos: la cadena de televisión RT (Russia Today”) y la agencia de noticias “Sputnik”.

Los dos están prohibidos en la Unión Europea y Estados Unidos por difundir eso, precisamente “pura propaganda”.

Un análisis del diario “The New York Times” refuta totalmente la versión de Moscú al publicar imágenes del satélite Maxar, tomadas ANTES de la retirada rusa de Bucha, el 30 de marzo, donde se observa una fosa común de unos 14 metros de largo en los terrenos de la Iglesia de San Andrés.

Y otra imagen de satélite de la calle Yablonska, donde se notan cuerpos abandonados y la comparación con una foto actual de esa calle donde se ve lo mismo, en la misma posición. Debido al frío intenso entonces en Bucha, la descomposición de esos cuerpos no fue tan acelerada.

Eso contradice la versión oficial rusa que esos “cadáveres” fueron puestos o falseados por actores DESPUÉS de la retirada rusa el 30 de marzo.

Una imagen del satélite Maxar muestra una fosa común en los terrenos de la Iglesia de San Andres en Bucha, antes de la retirada de las tropas rusas el 30 de marzo. Eso desmiente la versión rusa que alega que los cuerpos simulados fueron colocados despues. (Foto Maxar Technologies).

Lo ocurrido en Bucha ha provocado una indignación mundial y va a impulsar nuevas sanciones (y más severas) a Rusia por parte de la Unión Europea y Estados Unidos. Y sobre todo, que países como Alemania y Francia (muy reacios a las sanciones) cambien de opinión, especialmente en dejar de importar gas y petróleo de Rusia.

Lo delicado es que Europa depende, especialmente Alemania, en un 40 por ciento del gas ruso y un 25 por ciento del crudo.

La reacción más fuerte a lo ocurrido en Bucha ha sido la del presidente norteamericano, Joe Biden, que ha calificado a Putin, ya por segunda vez, de “criminal de guerra” y ha reclamado que sea juzgado por el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya.

Eso no es tan fácil. Tanto Rusia como Ucrania, no son miembros de ese tribunal y un juicio no podría llevarse a cabo sin estar presente el acusado, Putin. Además, sería muy difícil presentar una acusación de atrocidades y comprobar que hubo una intención deliberada de cometer un “genocidio” en todo el país,  no solo en Bucha.

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