«Llora Bolívar (Simón, el Libertador)», consideró el director general de la formación, David Corredor, al comentar los resultados de la cumbre que ambos gobernantes celebraron el martes en el balneario caribeño colombiano de Santa Marta.
Santos y Chávez anunciaron allí el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, rotas el pasado 22 de julio, tras acordar una «declaración de principios» y la creación de cinco comisiones para gestionar los problemas comunes.
Los responsables de la elaboración de ese texto y del mecanismo de cooperación «redactaron una solución parcial y viciaron el acuerdo con el uso indebido del término ‘relanzar'», sostuvo Corredor, para quien «se hace necesario y urgente redactar un nuevo documento que enmiende lo mal hecho».
El líder del MSB Colombia precisó que el documento de la «aparente salida a la crisis» es inconsistente en el uso indebido del término «relanzar», que significa rechazar, repeler, rehusar o repudiar.
También es inconsistente en «la no inclusión de opciones a la solución de la grave crisis política y humanitaria, causa del conflicto interno colombiano expandido a otros países y a la vez origen del rompimiento» de Caracas con Bogotá, dijo luego.
Chávez rompió relaciones con Colombia el pasado 22 de julio, día en el que el Gobierno del todavía presidente Álvaro Uribe presentó ante la OEA pruebas de la supuesta presencia de guerrilleros en suelo venezolano.
Según Corredor, «la declaración de principios y el mecanismo de cooperación es una plegaria al capital como elemento primario de unas buenas relaciones».
«Es lamentable que un documento de ese nivel deje relucir el afán por la riqueza material, conductas típicas de la ultraderecha conservadora ortodoxa», añadió el director del MSB Colombia, y resaltó que «se priorizaron los negocios sobre los derechos del pueblo a la vida, a la paz y a la convivencia pacífica».
Corredor agregó que el acuerdo pudo satisfacer a los empresarios que apoyaron a Santos, por cuanto recuperarán el capital invertido, y también salvaguardó los intereses de la «ultraderecha neogranadina».
Esos son los «grandes beneficiados de las múltiples agresiones que desde la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo en Bogotá) se orquestaron contra el Gobierno Bolivariano (de Venezuela)», apuntó el político socialista, y observó que «ellos son la causa del mal, pero a la vez pretenden ser la solución».
El MSB Colombia, subrayó, «se manifiesta insatisfecho y declara su preocupación por la salida fingida al conflicto Venezuela-Colombia».
«La enfermedad quedó viva», advirtió Corredor, para preguntarse si «¿será que la dejaron a propósito para más adelante usarla nuevamente con fines electorales?».
