San Juan– La Policía de Belice detuvo este miércoles a 31 miembros de organizaciones criminales tras una escalada de violencia que ha llevado a declarar un estado de emergencia para controlar el conflicto entre pandillas en una zona del país.
Los detenidos forman parte de las pandillas PIV y Backalands, involucradas por años en la lucha por el control criminal del área de Lake Independence, que se extiende por zonas del oeste y sur de la Ciudad de Belice.
Según un informe de la Policía, la tensión entre dichas pandillas provocó la semana pasada un tiroteo entre ambos grupos, que causó la muerte de Darien Banks, uno de sus líderes.
Igualmente, el pasado sábado, Alrick Smith, otro conocido pandillero, fue asesinado a tiros al salir de un estudio de grabación por dos pistoleros, explicó el comisionado de la Policía, Chester Williams.
«Desde entonces, hemos estado trabajando para identificar a aquellos que participaron en la emboscada. Al momento, tenemos unos sospechosos, pero no voy a revelar sus nombres porque aún tenemos mucho que hacer para concluir con esta investigación», indicó Williams.
Ante esta situación, el comisionado informó que el martes las autoridades declararon un estado de emergencia específicamente en el área de San Martín de Porres.
Por su parte, el ministro del Interior de Belice, Kareem Musa, aseguró que la situación en dicha zona es de «tensión, volátil y al límite».
Musa, no obstante, reconoció que aunque el declarar un estado de emergencia no sirve como una solución a largo plazo, al menos detiene la escalada y «enfría las tensiones».
«La información de inteligencia que estábamos reuniendo indicaba que las tensiones eran muy altas y cabía esperar represalias», subrayó el ministro.
(ir)
