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Asume Trump y Centroamérica expectante

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Tegucigalpa/Washington – Donald Trump asume la Presidencia de Estados Unidos lleno de controversia y con una Centroamérica expectante sobre el futuro de sus relaciones entre las partes, especialmente en el importante y delicado tema migratorio.

Trump se convertirá en el cuadragésimo quinto presidente, luego que jure a su cargo en una ceremonia especial frente al Capitolio (sede del poder legislativo), y con una audiencia mundial pendiente del mensaje que envíe el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Desde su lanzamiento como aspirante presidencial, cuando arremetió contra los mexicanos y por extensión contra todos los latinos al llamarlos “violadores” y drogadictos, además de prometer expulsar los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en suelo norteamericano.

Aunque el mundo se concentrará en los temas mayores, confrontación con China por asuntos comerciales; Rusia por el espionaje, el futuro de la alianza militar conocida como la OTAN, el Medio Oriente con la milicia musulmana del Estado Islámico; y el acuerdo nuclear con Irán. Centroamérica estará a la expectativa sobre su visión migratoria, ya que la estabilidad de la región depende de ello.

Migrantes y remesas

Y es que Trump hizo del control de las fronteras y la deportación de los migrantes su  tema central en una campaña victoriosa que lo llevó a derrotar a su rival demócrata Hillary Clinton contra los pronósticos de las encuestas, así como de los expertos políticos.

El nuevo mandatario estadounidense todavía no ha aclarado como procederá a implementar la deportación de los 11 millones de indocumentados y en su primera entrevista tras su triunfo electoral, redujo las expectativas al señalar que sólo deportaría a los criminales que estimó en unos tres millones de personas.

De materializarse esa cifra, Trump igualaría el número de deportados durante los 8 años del mandato del presidente saliente Barack Obama, por lo cual se ganó el mote de “Deportador en jefe” que le tildó el Consejo Nacional de La Raza, la mayor organización hispana en suelo norteamericano.

Pero Trump no da una claridad sobre su política migratoria y mantiene una ambigüedad que hace que Centroamérica, al igual que México, se mantenga expectante sobre el futuro de las relaciones entre las partes.

El ministro coordinador de Gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro, dijo que la iniciativa de la Alianza para la Prosperidad, que impulsan Estados Unidos y tres países del norte de Centroamérica, se adoptó tras la crisis humanitaria de más de 68 mil menores que ingresaron a suelo norteamericano huyendo de la violencia.

Centroamérica, excepto Costa Rica, depende del flujo de remesas que envían sus ciudadanos que residen en Estados Unidos para mantener su estabilidad económica y social.

Más de 12 mil millones de dólares en conjunto reciben Guatemala, El Salvador y Honduras, el llamado Triángulo Norte. Son fondos que envían sus más de cinco millones de migrantes residentes en suelo norteamericano.

Una campaña agresiva de Trump en el tema migratorio podría provocar la mayor crisis en Centroamérica, que ya enfrenta el problema de la violencia generada por el crimen organizado y el narcotráfico internacional.

En ese sentido el ministro Hernández dijo que “no sabemos” cuál será el impacto en las relaciones de seguridad y económicas que mantienen Washington y Tegucigalpa.

“No podemos decir hoy cuál va a ser el impacto de la nueva visión y de las nuevas políticas sobre las relaciones bilaterales y regionales de Estados Unidos con nuestros países. Es aún muy temprano para saberlo a ciencia cierta.  Sin embargo, no debemos dejar desapercibidas las señales que se han dado sobre el posible rumbo que estas tomen”, explicó el ministro Hernández en una reciente intervención ante la Academia Diplomática de Honduras y la cual es reproducida en Proceso Digital.

Muros

Pero el 45 presidente de Estados Unidos no solo ofrece deportación de los indocumentados latinos, sino que también en erigir un muro en la frontera con México, que impida la llegada de más inmigrantes procedentes de estos países, así como de otras partes del mundo.

Trump afirmó que el muro va en los primeros meses de su gestión y que el financiamiento del mismo vendrá finalmente de México.

Pero no solo el muro en la frontera mexicana preocupa a los centroamericanos, sino que Trump prometió revisar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés) que mantiene con México y Canadá.

Y es que Estados Unidos no solo mantiene el NAFTA, sino que también suscribió uno similar con Centroamérica y República Dominicana, conocido por sus siglas en inglés como DR-CAFTA, el cual permite que productos y servicios centroamericanos ingresen libre de aranceles al mercado norteamericano.

De hecho mucho de los acuerdos del CAFTA tomaron como ancla lo negociado en el NAFTA, por lo que un cambio de reglas en el tratado comercial de Norteamérica impactará en la región.

DR Cafta

En esencia, la nueva administración crearía una especie de “muro comercial” que permitiría mantener o crear nuevos empleos estadounidenses.

Y algunos legisladores y parte del equipo de Trump hablan de crear una especie de “muro financiero”, ya que señalan que suspender el envió de remesas desde Estados Unidos a estos países, facilitaría el retorno de los inmigrantes.

Pero todo eso va a conocerse cuando la administración inicie sus actividades y se asiente en las cosas de gobierno.

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