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Aspirantes republicanos arremeten contra Mitt Romney, el rival más fuerte

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Washington- Los aspirantes republicanos a la candidatura presidencial aprovecharon hoy el segundo debate durante el fin de semana para arremeter contra el exgobernador Mitt Romney, el rival más fuerte de cara a las primarias de Nuevo Hampshire el próximo martes.
 

Después del comedido debate realizado el sábado por la noche en la Universidad de Saint Anselm, aspirantes como el exsenador Rick Santorum y el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, no dudaron en abrir fuego contra Romney, a quien las encuestas dan como favorito.

Ambos pusieron en duda que Romney sea el candidato más fuerte para ganar al presidente, Barack Obama, en las elecciones de noviembre en las que el mandatario aspira a un segundo mandato, durante el debate organizado este domingo por la cadena de televisión NBC y Facebook.

Romney ha reiterado que creó más trabajos en su estado que Obama en toda la legislatura, y consideró importante sustituir a alguien que ha sido siempre político por otro tipo de líder, subrayando su experiencia como empresario.

«Si su historial fue tan bueno como gobernador de Masachusets, por qué no se volvió a presentar», le espetó Santorum, que quedó segundo en los caucus de Iowa por solo ocho votos y quiere consolidar su puesto.

Por su parte Gingrich, quien durante semanas estuvo en la terna de favoritos y ha ido perdiendo fuelle ensombrecido por el meteórico ascenso de Santorum, calificó de «tímidas» las propuestas económicas de Romney y le acusó de decir «tonterías» cuando subraya que, a diferencia del resto, la política no es su única ocupación, ya que le recordó que lleva tras esta nominación desde los años noventa.

El congresista por Texas, Ron Paul, quedó tercero en los caucus de Iowa el 3 de enero, seguido de Gingrich y en último lugar la congresista por Minesota Michele Bachmann, que abandonó la contienda al día siguiente.

Mientras, el exgobernador de Utah Jon Huntsman, que no se presentó en Iowa con la intención de lograr el voto en Nuevo Hampshire, ha tenido un discreto papel en los dos debates.

Sus adversarios le reprochan el haber sido embajador de EE.UU. en China bajo la presidencia de Obama, a lo que contestó que eso demuestra que es capaz de poner los intereses de su país por encima de su ideología «al igual que están haciendo mis dos hijos que sirven en la Armada de Estados Unidos, sin preguntar la filiación política del presidente».

Perry, que también ha mantenido un perfil bajo en los dos debates, reiteró su posición como un candidato no influenciado por las políticas de Washington y bromeó al decir que algunos burócratas sufrirían por sus planes para cortar el gasto público en el departamento de Educación, Comercio y Energía.

El gobernador, se burlaba del error que tuvo en un debate anterior en el que no pudo recordar el nombre de la tercera agencia que proponía eliminar para ahorrar dinero a las arcas públicas.

En materia económica, Gingrich abogó por un recorte en los planes de Medicare y Medicaid para ahorrar 1.000 billones de dólares en los próximos 10 años; Santorum señaló que recortaría beneficios del Seguro Social para los jubilados más ricos, al igual que Huntsman.

Entretanto, Paul planteó el mayor recorte con el fin de las guerras que Estados Unidos mantiene en el exterior. «No podemos estar en 130 países, participar en la construcción nacional y tener 900 bases en el extranjero», dijo el candidato de 76 años que abogó por un cambio en la política exterior.

Santorum, que ha protagonizado sendos enfrentamientos con el congresista de Texas en ambos debates, dijo que es un legislador ineficaz que «realmente nunca ha aprobado nada importante» y que sería peligroso tenerle como comandante en jefe.

En materia social, los candidatos conservadores volvieron a hablar del matrimonio homosexual. En referencia a un comentario que hizo Romney en 1994 de que sería la voz de los derechos de los gays en el partido republicano, el aspirante señaló que mantiene su palabra y que su gabinete no ha discriminado a nadie por su orientación sexual, aunque no apoye el matrimonio homosexual.

Santorum, uno de los más conservadores en este aspecto, señaló que cree en el «respeto» y la «dignidad» de todas las personas, pero reiteró su oposición al matrimonio gay y a las adopciones

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