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Artesanos hondureños plasman su fe con alfombras de serrín en Semana Santa

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Tegucigalpa – Centenares de artesanos hondureños católicos trabajan hoy en la fase final de la elaboración de decenas de alfombras con motivos religiosos a base de serrín de pino en vivos colores, que representan la pasión y muerte de Jesucristo.

La jornada se desarrolla en varias ciudades del país como Tegucigalpa, Comayagua y San Pedro Sula, entre otras, donde con varias semanas de anticipación comienzan los trabajos de preparación que incluyen nuevos diseños, compra de materiales, mezcla del serrín con colorantes artificiales y otras tareas.

En Comayagua, una ciudad colonial fundada por los españoles y excapital de Honduras, la tradición de las alfombras de serrín se remonta al año 1963, cuando fue hecha la primera, representando a un pequeño cordero.

La alfombra fue hecha por la salvadoreña Miriam Mejía de Zapata, quien llegó a Honduras en 1955 cuando tenía 17 años, y heredó su arte a sus hijos para que continuaran promoviendo la fe cristiana en Comayagua, ciudad que además tiene varias iglesias coloniales, entre las que figura su impresionante catedral.

alfombras2Al morir Mejía de Zapata, cuando tenía 57 años, la dirección del comité para la elaboración de las alfombras lo asumió su hijo Marco Antonio Zapata, un médico que pocos años después también falleció.

Más reciente el comité lo dirigía su hermana Miriam, quien murió hace unos dos años, pero sus familiares siguen promoviendo la tradición cultural herencia de Miriam Mejía de Zapata.

Después de Comayagua el arte de las alfombras se fue extendiendo a otras ciudades y en la actualidad forman parte del turismo religioso de Honduras, donde la mayoría de la población es católica.

Este año en Comayagua serán elaboradas varias alfombras a lo largo de unos tres kilómetros de sus amplias calles en el centro de la ciudad.

La actividad en Comayagua es coordinada por un comité que todos los años planifica la elaboración de las alfombras.

Lo mismo sucede en Tegucigalpa, donde las primeras alfombras de este año terminaron de ser elaboradas en la madrugada del Domingo de ramos que marcó el inicio de la Semana Santa.

alfombras3Las alfombras más representativas son las que están siendo elaboradas hoy y serán terminadas a primeras horas de mañana.

Todo el trabajo para la elaboración de las alfombras, en las que participan hombres, mujeres y niños, lleva varias semanas, pero una vez acabadas, su tiempo es efímero, desaparecen al caminar sobre ellas los feligreses que participan en el vía crucis y el santo entierro del viernes santo.

Pero el poco tiempo que duran las obras de arte con imágenes del rostro de Jesucristo con una corona de espinas en la cabeza, sus apóstoles, la virgen María, ángeles, un cordero y otros motivos, «no es importante» para quienes las elaboran.

«Lo más importante es la fe y la dedicación de todos los creyentes que participamos en su elaboración», dijo a Acan-Efe en Tegucigalpa una de las artesanas que se identificó como Rosalina.

Agregó que lleva más de diez años participando en la elaboración de alfombras y que forma parte de un comité de la Alcaldía de Tegucigalpa que, con más de dos meses de anticipación, comienza a trabajar en esa actividad que involucra a centenares de capitalinos.

Los moldes para elaborar las alfombras están hechos de material liviano pero resistente, y para evitar que el viento levante el serrín y desfigure las imágenes, son rociadas con agua con una bomba portátil que cargan en su espalda otros de los artesanos.

Algunos años las alfombras han sido dañadas antes de las procesiones del viernes santo por lluvias causadas por un temporal, pero eso no desanima a quienes las elaboran porque no están compitiendo con el mal tiempo, aunque por lo general en estos días el clima en Honduras es muy caluroso.

Hoy, la mayoría de los artesanos en Tegucigalpa y otras ciudades trabajarán corrido hasta las primeras horas de mañana, cuando su obra esté totalmente elaborada.

Son pocos los que aceptan ser relevados durante la noche, porque «lo bueno es iniciar la alfombra y verla terminada», acotó Rosalina mientras esperaba el momento para iniciar la parte que le corresponderá de una alfombra de unos cien metros de largo en una céntrica avenida de la capital hondureña.

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