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Aniversario: Mel visualiza al Partido Liberal como parte de los problemas de Honduras

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Tegucigalpa – El partido Liberal de Honduras, principal fuerza opositora en Honduras, llega hoy a sus 120 años de fundación en medio de una profunda crisis alentada por sus propios dirigentes que este sábado han enviado sendos y radicalmente opuestos mensajes que cada vez hacen ver más lejana la unidad de ese instituto político.
 

“Los vicios y prácticas de los partidos y los políticos tradicionales son parte de los problemas de Honduras” dice Manuel Zelaya

Mensajes recordando frases que en otros momentos representaron las bases de toda una filosofía política, muchos de ellos enviaron confusos mensajes a las estructuras liberales que no encuentran un liderazgo sólido en el que pueden confiar el destinto de su partido.

Alejados de la realidad nacional y de su papel como primera fuerza opositora, los liberales han sido invisibles y no han sentado posiciones o diferencias frente al gobierno de sus tradicionales adversarios, los nacionalistas, que gobiernan el país desde enero de 2010.

Pese a la necesidad de conducir una oposición constructiva cuando Honduras enfrenta niveles crecientes de una marcada pobreza, que afecta a más de un 70 por ciento de la población, con el lastre de una ola de violencia sin parangón alguno y una crisis económica severa, sin dejar de lado el avance del crimen organizado entre otros factores profundos, los liberales se han distraído en sus pleitos internos que cada vez les dividen y les hace ver más incoherentes ante las demandas nacionales.

La marcada distancia de Zelaya

Desde su lujosa residencia en la que disfruta de los aires caribeños en la República Dominica, el ex presidente Manuel Zelaya, envío en las últimas horas una carta al Frente Nacional de Resistencia que le apoya desde su salida del poder para pedirles unidad en torno a sus propósitos políticos.

En la carta los partidos políticos solo son mencionados críticamente. De modo que en la agenda de Zelaya el partido Liberal está lejos del afán constructivo que pudiera tener un hombre que ostentó el poder a través de ese instituto político.

“Los vicios y prácticas de los partidos y los políticos tradicionales son parte de los problemas de Honduras” dice Zelaya en su carta.

“Ya llegará el tiempo de vencerles, también en el campo de la política vernácula. Por ahora no debemos prestarnos a ese depravado juego” señala el ex gobernante involucrado en sus acusaciones a liberales y nacionalistas.

Más adelante indica que “Me parece imperativo que al concluir la asamblea ( del Frente Nacional de Resistencia) se proceda de inmediato y con franqueza y apertura, hacer los acercamientos de alto nivel con todos los grupos que integran el frente, sociales y políticos, (UD y la resistencia del Partido Liberal) para definir cuando antes nuestra estrategia y preparar las alianzas posibles divulgar y difundir y promover el espíritu unitario en todos los miembros de la Resistencia” lo que deja clara su determinación de abandonar al partido Liberal.

La decisión de Zelaya es reiterada en uno de los últimos párrafos de su misiva en la que manifiesta: “Por lo que para finalizar deseo expresar mi compromiso con mis principios y mi lucha con el Frente de Resistencia Popular, firme en los principios de derrotar el modelo neoliberal que nos oprime y el capitalismo salvaje que no deja que seamos independiente”.

Así y en medio de una diversidad de presuntos líderes y entre las perspectivas e intereses de quienes han ostentado el poder en diferentes circunstancias nacionales, las bases liberales deberán esperar, probablemente largo tiempo, para tener posibilidades de la unidad de un partido indispensable para el fortalecimiento democrático del frágil sistema hondureño.

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