San Pedro Sula – El médico internista del Hospital Mario Catarino Rivas, Ovidio Calderón reveló que al menos 28 pacientes renales también están contagiados con COVID-19, lo que agrava su condición de salud y los expone a morir por el virus.
– Hay un mal manejo de estos pacientes y la carga la está llevando el Hospital Catarino Rivas.
“Tenemos exactamente el día de hoy 28 pacientes infectados, algunos, y otros sospechosos que están siendo dializados en el Hospital Catarino Rivas sin la capacidad de equipo suficiente, materiales y equipos de hemodiálisis”, expresó.
Mencionó que solo hay tres máquinas para dar el tratamiento a los enfermos renales.
Apunto que los enfermos renales son mucho más vulnerables que un paciente normal. “Tener esta enfermedad los pone en riesgo de adquirir COVID grave”, agregó.
Explicó que protocolos internacionales ordenan que este tipo de pacientes deben distribuirse en tres grupos: los que no tienen el virus, los que son sospechosos de portar la enfermedad y los que son confirmados de tener el COVID. Cada grupo debe estar ubicado en salas distintas hospitalarias.
El galeno dijo desconocer si la empresa que vende los servicios para tratar a los pacientes renales está llevando a cabo este tipo de procedimientos.
Se quejó: “la guías dicen que no se pueden mezclar pacientes (renales) en las salas de COVID con pacientes sospechosos y eso se está haciendo en el hospital de manera incorrecta”.
Dijo estar preocupado por el manejo que se está dando a estos pacientes renales, que a su criterio deberían ser atendidos en otras salas de la empresa que presta los servicios de diálisis.
Calderón reiteró que los pacientes deben ser separados en tres grupos para evitar mayor cantidad de contagios por el virus.
Concluyó que mañana (viernes) tendrán el dato de cuántos pacientes renales han muerto de COVID.
El departamento de Cortés es el epicentro de la pandemia en Honduras con 1,931 casos y 123 decesos por la enfermedad.
