Tegucigalpa – La Asociación de Docentes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ADUNAH), mediante una conferencia de prensa este lunes exigió la salida de la compañía de seguridad privada ESPA, la cual presta sus servicios a la máxima casa de estudios y pidieron la no presencia militar y policial en los predios universitarios.
Según la Asociación de Docentes, los miembros de la empresa privada ESPA representan un peligro para los estudiantes universitarios.
Además, los docentes universitarios demandaron la no presencia de militares en el campus universitario, ya que esto puede provocar la pérdida de vidas humanas.
En ese sentido, los docentes condenaron los actos de violencia en contra de los estudiantes por parte de la seguridad del Estado y de la misma seguridad interna en la ciudad universitaria y en el campus del Vale de Sula.
Asimismo, señalaron los docentes que las autoridades universitarias no midieron las consecuencias de solicitar al Ministerio Público el 16 de junio de 2017 la intervención de la fuerza pública para desalojar a un pequeño grupo de estudiantes ejerciendo su derecho a la protesta en solidaridad con sus compañeros criminalizados en el edificio de Química y Farmacia.
Los docentes recriminaron que las fuerzas del orden lanzaron gases lacrimógenos que no solo perjudicaron a los docentes, alumnos y personal administrativo, si no también a personas que se encontraban recibiendo asistencia médica en dicho edificio.
Indicaron que no es posible que una problemática que se arrastra desde 2014 cuando se aprobaron las normas académicas sin el consenso de los interesados y más atrás pues desde el 2005 los estudiantes no tienen representación legitime y este problema nos mantiene en un estado de enfrentamiento permanente por la falta de voluntad y la incapacidad para tener un diálogo abierto entre todas las partes que conformamos la UNAH.
Lamentaron que por parte de las autoridades universitarias solo hayan propiciado que la crisis se haya ido descomponiendo y profundizando, la comunidad nacional esperaba que los acuerdos firmados en 2016 resolvieran esta situación, confianza que ha sido traicionada por la actitud de las autoridades.
Apuntaron que si una rectoría no desea resolver una problemática convertida en crisis esta pasa a ser un freno para la academia por tanto su razón de “representar” a la institución es inviable, ya no puede en la práctica cumplir con sus funciones.
