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Adán Elvir Flores, dirige 2 medios y lleva el periodismo en las venas

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Tegucigalpa – Adán Elvir  Flores es director de dos periódicos hondureños de cobertura nacional y de gran influencia, un hecho inédito en el país. Empezó su carrera en el diario El Pueblo, en el siglo pasado y desde entonces no ha dejado la pluma, lleva el periodismo en las venas.

-Una escuela viviente y un director sin parangón.

Entre la imprenta, la máquina de escribir, la mesa de redacción y ahora los dispositivos digitales móviles, lleva más de medio siglo y sigue tan vigente e influyente como si los años le dieran a través de las letras el aderezó que nutre los vinos añejos.

Gremialista hasta el tuétano, periodista forjado en la calle y al lado de maestros insignes, Adán Elvir Flores, director de diario La Tribuna y del naciente diario El País, tiene una nutrida y larga data periodística que debe servir de escuela a las nuevas generaciones.

De trato amable, buen sentido del humor y acucioso como debe ser un periodista, Adán Elvir Flores hace una lectura del periodismo de antes, el de ahora y sus desafíos para quienes abrazan esta pasión, que al igual que García Márquez lo considera “el mejor oficio del mundo”.

Adán Elvir 1

Sus comienzos

Su origen mezcla las raíces paternas que vienen de Las Animas, El Paraíso; San Buena Ventura, Francisco Morazán, la tierra de donde desciende su madre; Tegucigalpa su ciudad de nacimiento; San Pedro Sula un afecto entrañable que le cobijó buena parte de su vida, allí conoció a su esposa y nació su primer hijo y fue donde su carrera se consolidó. Adán Elvir Flores, es un periodista sin parangón.

Graduado de bachiller en el Instituto Central Vicente Cáceres, Adán Elvir Flores inició su universidad estudiando medicina, fue pasante de la premédica, pero–su padre liberal– don Horacio Elvir Rojas, fue despedido de su trabajo y eso le generó dificultades para costearle la carrera.

“Era muy difícil, los libros eran carísimos, entonces, mejor me pasé a (la carrera de) Derecho que era más flexible y como mi tío Felipe Elvir Rojas era el administrador del diario El Pueblo, y él supo que yo tenía facultades para escribir, entonces yo madrugaba a entregarles el periódico a los canillitas a las cuatro de la mañana y después de esa labor, entre cuatro y ocho de la mañana, mientras esperaba la llegada del personal, aprovechaba el tiempo para escribir notas, llegaba gente a poner denuncias, yo tomaba los datos y los escribía…”

Recuerda cómo el jefe de redacción del periódico, Manuel Sevilla, un periodista salvadoreño, le animó a que se hiciera reportero y que escribiera, le indujo a la lectura y así empezó su carrera, compartió en diario El Pueblo con algunos famosos como Gerardo Alfredo Medrano, José Ochoa y Martínez, entre otros.

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Recuento de los crímenes militares

Esa incursión en el periodismo tuvo puntos de gran incidencia social, un trabajo que marcó su inicio fue la investigación que le permitió hacer un recuento de crímenes cometidos por los militares en la época posterior del golpe de Estado ocurrido en el país en 1963. Fue un trabajo detallado y completo que puso a los militares ante el ojo público.

Sus investigaciones abundaban en registros de crímenes políticos ocurridos durante los gobiernos militares de la época. Entonces, Adán Elvir apenas rozaba las dos décadas y esa juventud le generaba la necesidad de que la gente conociera lo que realmente ocurría en el país.

Corresponsal de guerra

Cuando la guerra de 1969, que enfrentó a Honduras y El Salvador, diario El Pueblo le delegó la cobertura del conflicto. Entonces le tocó cubrir Casa Presidencial. “Fue terrible para mí cuando dijeron que tenía que ir a cobrar unos viáticos, me negué y fui con mi dinero… fui a los frentes de batalla y escribía como hondureño, ese fue un conflicto donde se cubría con un sentimiento patriótico”, rememora.

En El Pueblo, el jefe de redacción ya había depositado su confianza plena en aquel joven periodista, hecho de la pasión pura, entonces ya le delegaba incluso la coordinación del diario en su ausencia, especialmente durante sus viajes fuera del país.

“Me sentía un joven lleno de responsabilidades porque en el periódico teníamos plumas como la de Carlos Roberto Reina, Edgardo Paz Barnica y Felipe Elvir Rojas, pero yo asumía la parte periodística y la sacaba, así me fui forjando”, recuerda con una expresión que deja ver su satisfacción con sus impulsores y con la vida misma.

Poco después, en esos mismos años, Adán Elvir incursionó en la radio como reportero de la cadena América, con un salario de 125 lempiras mensuales y con la responsabilidad de presentar 10 noticias diarias y dos entrevistas exclusivas de 10 minutos cada una. Pero dejó la América cuando a sus quehaceres querían incorporarle los turnos dominicales recibiendo los avisos sociales de Radio Moderna, como condición para mejorarle el salario.

Rememora como en esos días surgía el Partido Innovación y Unidad (PINU), del cual Miguel Andonie Fernández, era fundador. Adán Elvir recuerda cuando le pidieron la firma para la inscripción del instituto político. Esos hechos le hicieron dejar la radio. “Cuando uno es cipote, esas cositas lo marcan…”, afianzó.

Su paso por diario Tiempo

Luego vino el nacimiento de diario Tiempo dirigido por Manuel Gamero, quien conocía de la trayectoria de Adán Elvir en diario El Pueblo, especialmente por las referencias que le brindó Rafael Leiva Vivas, quien era ya para entonces una pluma de peso en el país y colaborador de El Pueblo.

Entonces el joven Adán Elvir Flores alistó su maleta y se marchó al norte, a San Pedro Sula, allí asumió la responsabilidad de jefe de redacción en el naciente diario Tiempo y de esa época y de su paso obtuvo una gran escuela.

“Me fui con Gamero con un salario que nunca había ganado y cuando me planteó la posibilidad de tomar la dirección en San Pedro Sula yo lo sentí como un reto, le dije que sí y como yo conocía bien el funcionamiento de la imprenta y del manejo de un periódico… Gamero se fue conmigo un mes y de allí me nombraron jefe de redacción, me quedé solo, yo tenía 23 años…era una carga pesada, imagínese que Ventura Ramos estaba en diario El Cronista, en El Comercio, Guillermo Pagán y Enrique Gómez”, recuerda como si viviera de nuevo cada instante.

En Tiempo, Adán Elvir estuvo siete años, que él califica de intensos. “Diario Tiempo es mi escuela del periodismo, del diarismo profesional, indistintamente de las ideologías, los sentimientos políticos y los credos de los dueños, para mi hacer periodismo profesional, saber presentar la noticia, el balance, la búsqueda de todas las aristas, la investigación, eso fue importante y aprendí, sobre todo, el saber manejarme donde hay conflictos de intereses políticos y económicos, manteniendo el rigor profesional. Asimilé bien y llevé el periódico por buen camino hasta donde estuve”.

Nunca olvida los momentos efervescentes tras publicar portadas y denuncias que hacían estremecer y tocar intereses, incluso dentro del medio. Sus anécdotas y vivencias son muchas y los episodios que le colocaron en predicado frente a intereses empresariales son infinitos.

Para él, sortear las barreras es parte de la pasión de quien vive el periodismo. “El respeto, el equilibrio, la responsabilidad y la ética son claves”, destacó.

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Un gremialista puro

Recuerda que fue en esa época donde  el periodismo le hizo ver la necesidad de protección gremial a favor de los que se dedicaban al periodismo en el país, entonces empezó a establecer relaciones continentales (Chile, Colombia, Costa Rica), para fortalecer sus ideas, conocimientos y poder empezar un movimiento en Honduras.

En ese ámbito también se vinculó con los jesuitas y junto a otros colegas se capacitó en La Fragua, El Progreso, Yoro; allí nació la idea y luego el proyecto para fundar el actual Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), una iniciativa llevada por los líderes gremiales de la época al entonces jefe de Estado, Juan Alberto Melgar Castro, quien luego y con el apoyo de la organización madre del periodismo nacional, la Asociación de Prensa Hondureña (APH), lo introdujeron al Congreso Nacional y lo convirtieron en Ley. Adán Elvir fue elegido por sus colegas presidente del comité gestor y organizador del CPH.

Ahora cree que en el periodismo hace falta solidaridad y eso lo atribuye a que la carrera se vive con menor intensidad. “Fíjese que vivimos menos la carrera, cada quien vive su mundo, en su medio, en su propio espacio, todo se ramificó, antes vivíamos a tiempo completo, pero hoy los periodistas se han aburguesado,  antes el que cubría política también lo hacía con economía, sucesos, sociales y tenía una visión amplia, pasión y compromiso, ahora los muchachos se van aislando, segmentando, de manera tal que un periodista de política o de economía va por una calle y si ve un accidente grave solo llama por teléfono para que quien cubre sucesos vaya a la escena…no hay pasión… eso nos vuelve insolidarios” manifestó con pesar.

Periodista a tiempo completo

Adán Elvir 4Desde su paso por diario Tiempo y como si fuera el primer día, Adán Elvir Flores dice que nunca ha dejado de “estar en misa”: lee, se informa, escucha la radio, mira los telenoticieros y a eso actualmente le ha incorporado los dispositivos digitales.

Para él lo fundamental es estar plenamente conectado a la realidad, sin descuidar una sola puntada. En esa carrera ha sacrificado a su familia y hasta parte de su vida, pero, aunque lo sabe, no lo deja ni un solo instante.

“Descuidé a mi familia por estar pendiente de todo, de los noticieros, radio, televisión, lecturas, hasta en la madrugada, y todavía estoy en esa vida y ahora hasta en el mundo digital es una entrega total y tengo mucha satisfacción porque creo que he sabido cumplir con mis responsabilidades, de otra manera no hubiera estado tanto tiempo en la dirección de un periódico como La Tribuna, acompañando a un dueño tan difícil como Carlos Flores”, dice introduciendo un nuevo y trascendental elemento en la conversación.

La Tribuna, su entrega absoluta

Y es que Adán Elvir Flores es parte de La Tribuna, uno de los diarios más influyentes del país, desde su nacimiento, hace más de cuatro décadas, hasta la actualidad. Fue don Oscar Flores, como director fundador, quien le llevó como jefe de redacción y luego su hijo el expresidente Carlos Roberto Flores ((1998-2002), quien le confió la dirección del medio, tras el fallecimiento de su padre.

La relación con el expresidente Flores, dice Adán Elvir es de respeto y tolerancia. “Mucha gente nos pregunta: ¿cómo has aguantado cuarenta y tantos años a Adán Elvir? o ¿cómo has aguantado a Carlos Flores? Y él dice que “todo ha sido a base de respeto mutuo. Él (Carlos Flores) siente que yo soy un balance en el periódico, no siempre coincidimos, pero él siente que eso es necesario y beneficioso para el medio, el hecho de que yo pueda tener puntos de vista diferentes, claro, desde el ángulo profesional”.

¿Será porque el expresidente tiene vena periodística?, se le consultó a Adán Elvir y respondió: “seguramente porque es un periodista completo, él hace de todo, editoriales, noticias, reportajes, solo poesía no le he visto pero creo que también le hace, tiene mucha inspiración periodística, es extraordinario”.

Luego hace una pausa para rememorar una conversación que tuvo con su fallecido colega Hermán Allan Padgett, cuando éste trabaja para Flores en la oficina de prensa del gobierno.

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“Recuerdo que Hermán trabajaba con él y un día lo encontré preocupado mientras se fumaba un cigarro. Me dijo que Carlos Flores quería que escribiera algo como viendo a Honduras en el futuro, 20 años después y eso abrumaba a Padgett…claro porque Carlos es muy completo y visionario”.

Desde la fundación de La Tribuna hasta la fecha son dos los que se mantienen en sus lugares: el expresidente Flores y el director Adán Elvir Flores.

“Solo hemos quedado los dos desde la fundación” reafirma para luego recordar sus vínculos iniciales con La Tribuna, “Don Oscar Flores fue director de La Prensa, él sentía el efecto profesional del manejo de diario Tiempo y él se enteró que en gran medida el responsable en ese periódico era yo como jefe de redacción y entonces me hizo la propuesta para que me hiciera cargo de la jefatura de redacción de La Tribuna. ¡Yo encantado de la oportunidad!  Porque era encarar un reto donde yo podía desempeñarme con un horizonte más amplio, partiendo de cero”.

“Me dieron la potestad de seleccionar, reclutar y diseñar todo el periódico y luego de compartir con los dueños los criterios profesionales que yo tenía, gustó mucho lo del pluralismo, teníamos todas las tendencias en las páginas de opinión y un gran balance en la información, solo buscamos informar con responsabilidad y el periódico rápido se metió en el corazón de la gente”, resume mostrando el afecto entrañable con La Tribuna.

La pasión que ya no es

Adán Elvir 5Mientras los recuerdos venían a su mente, hizo un giro para hablar de lo que a su juicio es el periodismo hoy día: “Son 42 años allí estamos, el periodismo moderno ya no es de pasión, ya no hay vocación, es superficial y hoy en día que la tecnología debe ser la gran herramienta y no es del todo cierto, tenemos que convivir con profesionales que no se preparan, que no tienen vocación, que se vuelven expertos en “copiar y pegar”, eso no deja de desencantar”.

Frente a los desafíos de las comunicaciones digitales, Adán Elvir Flores sigue emborronando cuartillas y haciendo periodismo con rigor, consciente y vigente en las tendencias de la comunicación moderna y nuevas líneas que dan espacio a la segmentación de públicos y a sus intereses.

Para él los medios impresos deben reinventarse cada día, con profundidad e investigación, con historias bien contadas y diferentes. La idea es que la gente vaya y busque cada número porque en el va a encontrar algo excepcional.

Él sabe y así lo asume, que más allá de la política o la economía actualmente hay que cubrir las necesidades informativas de los segmentos que se interesan en la moda, el espectáculo, la tecnología, la ciencia, entre un amplio abanico de temas.

El País

Y en medio de esa revolución digital y de una vorágine sin fin que va cambiando y modernizando las herramientas de la comunicación, surge diario El País, que se edita en San Pedro Sula y que también es dirigido por Adán Elvir Flores, convirtiéndose así en el primer periodista hondureño y quizá de la región, en dirigir dos diarios de cobertura nacional, editados en dos ciudades distintas, a la vez.

“El País, es otro proyecto en el que tuvimos que aportar conocimiento y experiencia para organizar el periódico,” dice Elvir, con tono modesto al hablar de un diario que surge tras el cierre de la edición impresa de diario Tiempo, respondiendo a la necesidad de llenar un vacío informativo en la región noroccidental de Honduras.

Es el benjamín de la prensa de papel hondureña y está enfocado a estimular el emprendedurismo de la zona, hacer periodismo de interés humano y poner énfasis en los temas regionales, esos que afectan positiva o negativamente a los habitantes de San Pedro Sula, sus ciudades satélites y la vasta región occidental y norte.

Acostumbrado a los retos y siempre con la confianza de la familia Flores, Adán Elvir se convierte en el director fundador de El País, y cada día, usando las facilidades virtuales logra coordinar La Tribuna, El País y las versiones digitales de ambos medios.

“Hoy en día no necesita la presencia física, dirijo El País, porque el expresidente Flores me involucró para echar a andar este proyecto con una visión hacia los lectores de la zona noroccidental para llenar ese vacío de información y de opinión, con un sentido diferente, viendo y resaltando valores, idiosincrasia de la zona noroccidental y en ese esfuerzo se trabaja”, apostilló para asegurar que el público va respondiendo con buen paso.

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La Tribuna y El País son dos periódicos con visiones distintas y ese hecho le da mayores créditos a Adán Elvir Flores, quien cada día debe coordinar las dos líneas editoriales, informativas y todo lo que conllevan los diarios.

Por eso insiste con el personal de ambos periódicos que, a la luz de la realidad y la tecnología, lo que queda de medios impresos debe hacerse con calidad, para satisfacer esas exigencias, ya que es la apuesta para sobrevivir a la era digital.

“Tenemos que ser diferentes, el que nos va a leer es porque nos busca no es porque nos ande en el celular, y eso debe ser la diferencia, debemos ser influyentes, determinantes y profundos”, puntualiza con convicción este hombre que lleva el periodismo en la sangre.

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