Tegucigalpa – Eran aproximadamente las 11:15 de la mañana del miércoles 7 de diciembre de 2011, cuando la sociedad hondureña se estremecía con la noticia del asesinato del ex coordinador de la Dirección Nacional de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), Alfredo Landaverde. Dos años se cumplen este día y muchas preguntan rondan el crimen del que apenas se da cuenta la captura del hechor material.
– La viuda de Landaverde pidió hace unas horas que no le retiren su seguridad personal y dijo temer por su vida.
– Resolviendo el caso de Landaverde se solucionarán muchos más, dijo la viuda.
El atentado criminal ocurrió cuando Alfredo Landaverde, junto a su esposa Hilda Caldera, ingresaban a la ciudad de Tegucigalpa procedentes del aledaño municipio de Valle de Ángeles.
El crimen se perpetró desde una motocicleta desde donde sicarios dispararon reiteradamente, infiriéndole cinco disparos de arma de fuego a Landaverde que le provocaron la muerte de forma inmediata. Su esposa resultó con heridas leves.
La viuda de Landaverde ha tenido que atravesar un calvario para implorar que el sonado crimen no quede en la impunidad. Muchas voces de la sociedad se han unido al clamor para recordarles constantemente a los operadores de justicia que la muerte del ex titular de la DLCN no se diluya en el tiempo.
Fue así que ante tantos reclamos, el 30 de agosto de 2012 el fiscal general de ese entonces, Luis Alberto Rubí, anunció el nombre de un detenido quien habría disparado el arma homicida que cegó la vida de Landaverde.
Marvin Noé Andino Mascareño fue presentado como el autor intelectual del crimen, aunque desde un inició no se proporcionaron detalles de quienes estaban detrás del emblemático caso. El imputado guardó prisión en una celda de máxima seguridad de la Penitenciaría Nacional.
Ante las versiones, que tras la muerte de Landaverde había policías involucrados, el Ministerio Público salió al paso para aclarar que Andino Mascareño pertenecía a la vida civil; fue acusado por los delitos de asesinato y tentativa de asesinato, pero por este último recientemente recibió sobreseimiento provisional.
La justicia hondureña determinó que Andino Mascareño fue el autor material del asesinato contra Landaverde y la sentencia que debía decretarse esta semana, precisamente cuando se cumplen dos años del crimen, se pospuso para el próximo mes de enero.
La Fiscalía pide 22 años de pena para el imputado, pero las preguntan siguen rondando el caso, que a todas luces involucra a otras personas hasta ahora desconocidas.
La viuda, una socióloga venezolana, expresó que solamente se señala a Andino Mascareño, pero hay más responsables y la Fiscalía lo sabe, al grado que se lo ha comentado. “Voy a aprovechar para darle gracias al presidente Porfirio Lobo por la seguridad y lo que tengo para seguir adelante, no es mucho pero me ha dado ánimo”.
Caldera afirmó que “mi esposo merece que la verdad sea conocida de forma integral y completa, ¿qué pasó con mi esposo? ¿Quiénes estuvieron con él? Esperamos que la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad que están llevando el caso de este crimen, sigan adelante”.
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), entes de derechos humanos, institutos políticos, diversos sectores de la sociedad, así como la viuda de Landaverde no han quitado el dedo de la llaga para recordar que se mantienen vigilantes al curso de las investigaciones y al unísono reclaman dar con los autores intelectuales del crimen.
Viuda teme por su vida e implora que no le retiren seguridad
Después del asesinato de su esposo, Hilda Caldera, recibió medidas cautelares por parte del Estado hondureño para garantizarle su seguridad.
Pero esta semana, la viuda de Landaverde pronunció un relato desgarrador en las propias instalaciones del Palacio de Justicia y demandó a las autoridades que no le retiraran su seguridad, más bien pidió que la redoblaran.
Dijo que siente miedo por la situación que atraviesa. “Eso no implica que me paralizo, el miedo no me paraliza, mi esposo merece que se le honre, él murió diciendo la verdad, luchando y denunciando a los responsables de tanto crimen y narcotráfico que hay en el país”.
La viuda de Landaverde no quiso entrar en detalles sobre quienes pretenden quitarle la seguridad que le brinda el Estado de Honduras. “No soy tan valiente, lo que estoy es decidida”, manifestó.
A la consulta si teme por su vida, Caldera expresó que “lo que viene ahora es peor.
“Lleguemos a la verdad completa, Andino Mascareño sólo fue el que disparó el arma”, señaló la viuda de Landaverde y agregó que si se logra resolver el caso de su esposo, muchos otros quedarán también disipados.
Con esa frase lapidaria cerró sus declaraciones Hilda Caldera viuda de Landaverde, quien a dos años de la partida de su esposo continúa su periplo para lograr que se haga justicia, en tanto muchas preguntan siguen flotando en el ambiente.
