San José- El Ministerio de Salud de Costa Rica informó este jueves que junto con Nicaragua trabaja en fortalecer el sistema de vigilancia en las zonas fronterizas, con el fin de implementar acciones conjuntas que prevengan el restablecimiento de la transmisión de la malaria.
Las autoridades explicaron que pese a que en esta área no presenta transmisión activa de malaria, es una zona vulnerable y receptiva para la transmisión de la enfermedad. Por lo tanto, continuarán colaborando para crear un mapas de respuesta que va desde la localidad de La Cruz, en Costa Rica, hasta Cárdenas en Nicaragua.
«Todas estas acciones buscan mejorar la capacidad de respuesta de los equipos locales ante casos de malaria que se presenten en ambos lados de la frontera. Los productos principales de la reunión entre ambas instancias fueron la caracterización de la zona transfronteriza, rutas migratorias y la elaboración de la plantilla de Plan de Trabajo de la zona transfronteriza», indicó el ministerio en un comunicado de prensa.
Costa Rica y Nicaragua además han solicitado el apoyo financiero al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la capacitación conjunta a inspectores y técnicos de control de vectores en el componente entomológico de malaria, así como financiamiento para realizar visitas de campo y desarrollar un plan de comunicación que evite la reintroducción de esta enfermedad.
Como parte de las acciones también se definió realizar una reunión para dar seguimiento al plan de trabajo y al número de muestras realizadas.
Ambos países han experimentado un brote sostenido por malaria desde el 2022 en la zona fronteriza.
En lo que va del 2023, Costa Rica se reportan más de una centena de casos. En 2022 se registraron 456 casos de malaria. En el 2018 fueron 109 casos; en el 2019 sumaron un total de 140; en 2020 la cifra alcanzó 138, y en 2021 el número fue de 228, según cifras del Ministerio de Salud costarricense.
La malaria o paludismo es una enfermedad causada por un parásito del género Plasmodium y transmitido a las personas principalmente por la picadura de un mosquito hembra del género Anopheles, explicó el Ministerio de Salud.
La información oficial detalla que la enfermedad se presentó en el país con características de endemia desde el siglo XVIII.
Los síntomas de esta enfermedad, que puede ser mortal, son escalofríos, dolor abdominal, fatiga, fiebre, diarrea, náuseas y vómito, dolor de cabeza, respiración rápida, frecuencia cardíaca acelerada, tos y dolor muscular. EFE/lb