spot_img

Sandinistas contra sandinistas en lucha por la representación política

Managua.- Casi treinta años después de promover juntos la revolución que acabó con una dictadura histórica en Nicaragua, los sandinistas disidentes y los fieles al presidente Daniel Ortega se enfrentan por la representación política de los ideales de César Augusto Sandino, «el general de hombres libres».
 

Herederos naturales del mismo Frente Sandinista de Liberación Nacional (FMLN), antigua guerrilla convertida ahora en el partido de Gobierno, los sandinistas y ex sandinistas libran una nueva batalla política en la que los segundos denuncian un propósito de establecer una nueva dictadura, pero ahora encabezada por Ortega.

La anulación de la personalidad jurídica del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), de centro-izquierda, en el que militan los disidentes, y del Partido Conservador (centro-derecha), que tiene más de 150 años de historia, es la última ofensiva desde el poder.

La primera abanderada de esta nueva batalla sandinista fue la ex guerrillera y ex ministra Dora María Téllez, que el 4 de junio se declaró en una huelga de hambre indefinida para denunciar lo que considera un «atentado» contra el pluralismo político.

Téllez dice defender la democracia contra las pretensiones de Ortega de «implantar una dictadura personal», que nada tiene que ver con el espíritu de la revolución que lo llevó al poder por primera vez en 1979.

El MRS es un partido parlamentario de inspiración social que en las elecciones de noviembre de 2006, con Edmundo Jarquín como candidato, obtuvo 200.0000 votos, el 8 por ciento de los votos.

El Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado por magistrados sandinistas y liberales, resolvió el miércoles dejar sin personalidad jurídica al MRS, lo que le impide participar en cualquier contienda electoral.

El argumento legal fue que el MRS no cumplió con la inscripción de sus estructuras de partido en los 153 municipios en los que se convocan elecciones en Nicaragua.

Esta decisión suscitó el miércoles enfrentamientos entre militantes del MRS y la policía y el vuelco de un automóvil ocupado por periodistas de un canal de televisión afín al Gobierno.

Hubo también otra manifestación frente a la casa del presidente del CSE, Roberto Rivas, en una exclusiva urbanización de Managua.

Los sandinistas disidentes, aglutinados en MRS desde su escisión del FMLN en 1995, afirman que Ortega quiere instaurar en Nicaragua una dictadura con la complicidad del ex presidente liberal Arnoldo Alemán (1997-2002), condenado por corrupción.

Para ello, sostienen, quiere limitar la representación política y restringir la capacidad de elección de los nicaragüenses.

El MRS fue fundado por el escritor y ex vicepresidente Sergio Ramírez, antiguo aliado de Ortega y dedicado ahora por completo a las letras, para rescatar la democracia, combatir la corrupción y el ya identificado «pacto» entre Ortega y Alemán para el reparto de poderes.

En ese partido militan tres ex guerrilleros que fueron «comandantes históricos» de la Revolución Popular Sandinista y parte del grupo de nueve que formó la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990: Víctor Tirado López, Henry Ruiz y Luis Carrión Cruz.

Otros dos «Comandantes de la Revolución», el general retirado y ex jefe del ejército Humberto Ortega, hermano del presidente, y Jaime Wheelock, en su día el más carismático de los dirigentes sandinistas, se han retirado de la política.

El «comandante» Tomás Borge, único superviviente de los fundadores del FSLN, es embajador de Nicaragua en Perú, y Bayardo Arce es asesor presidencial de asuntos económicos.

Del resto, Carlos Núñez Téllez ya falleció, y Daniel Ortega, con 63 años, cumple un mandato presidencial que finaliza en 2012.

Ortega fue la cabeza más visible del gobierno de los nueve comandantes de la revolución de 1979 y es secretario general del FSLN desde hace más de dos décadas.

Tras su mandato presidencial de 1984 a 1990, Ortega fracasó en su primer intento de reelección y fue derrotado por Violeta Chamorro (1990-1997), entonces antisandinista madre de sandinistas.

La candidatura de Chamorro fue respaldada por la Unión Nacional Opositora (UNO), integrada por 14 partidos que iban de la derecha a la izquierda moderada.

Durante un tiempo afín a la revolución, la familia Chamorro encabezó, desde el diario «La Prensa», de su propiedad, las más duras criticas contra el gobierno revolucionario.

Jarquín, coordinador de la alianza entre el Movimiento por el Rescate del Sandinismo, asociaciones gremiales y el MRS han pedido a los nicaragüenses protestar contra el gobierno de Ortega en todo el país y unirse antes de un mes a una gran manifestación en Managua.

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img