“Vamos hacer todo lo posible vamos a comenzar a trabajar, esta no va a ser una solución de la noche a la mañana, hay que realizar una cantidad de tareas que están por delante”, dijo a periodistas que le acompañaron en el recorrido.
Gamero, un general en condición de retiro, asumió hace una semana la titularidad de la Secretaría de Seguridad, en sustitución de Álvaro Romero, quien fue separado del cargo y nombrado por el presidente Zelaya como nuevo embajador de de Honduras en Costa Rica.
En lo que va del año, al menos cinco reos han muerto de forma violenta en los diferentes centros penales del país.
El año pasado unos 40 reclusos fueron asesinados en la Penitenciaría Nacional, principal centro penal de Honduras, localizado a unos 30 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
El pasado 11 de enero, tres reos fueron asesinados y 17 resultaron heridos en sendos motines registrados en las cárceles de Choluteca, en la región sur, y El Progreso, Yoro, en el norte.
Ese mismo día, las autoridades también reportaron el hallazgo de dos osamentas en el interior de la Penitenciaría Nacional, donde reiteradamente se han incautado armas, explosivos y drogas.
Las autoridades todavía buscan los restos de otros cuatro reos, quienes habrían sido asesinados por sus compañeros de celda, y enterrados en el interior de la Cárcel.
Los restos podrían estar sepultados en el módulo conocido como La Maquila, donde guardan prisión los miembros de la “Mara 18”, una de las pandillas más temidas en este país centroamericano.
Para efectuar la búsqueda de los cadáveres, las autoridades penitenciarías ordenaron el traslado de los pandilleros a las celdas de seguridad.
Rodas Gamero y un grupo de fiscales y representantes de los derechos humanos realizaron hoy una visita para supervisar el traslado de los mareros.
Antes del traslado, la policía realizó sendos operativos en las celdas y lograron encontrar en los módulos diez barras de explosivo plástico, dos granadas de fragmentación de 40 milímetros, dos fusiles AK 47, una ametralladora Uzi, cuatro escopetas, , siete barras de explosivos emonol, , explosivos para abrir carreteras y derribar puentes, y gran cantidad de munición y cargadores para diferentes tipos de armas.
El ministro señaló que como primeras medidas se procederá a hacer la limpieza de armas, drogas y explosivos de los diferentes módulos, posteriormente se harán las reparaciones y algunas “reformas” para que cuando los reos regresen queden en un ambiente totalmente diferente y más seguro.
Una de las medidas para garantizar la misma seguridad de los internos y evitar que los objetos de las camas sean utilizados como armas, se procedió a comprar colchones nuevos.
“Con estos queremos garantizar que esos colchones no traen nada adentro que pueda servir después como armas para que puedan agredir a otros internos”, apuntó.
