La decisión del gobierno de Bush está bajo la lupa de todos los sectores políticos y sindicales en Estados Unidos, especialmente en los estados del sur donde se concentra la producción de calcetines.
El legislador republicano por Alabama, Robert Aderholt, ha pedido a la Casa Blanca que aplique a los calcetines importados de Honduras un arancel, a fin de evitar que en la comunidad de Fort Payne, que es parte de su distrito electoral, no se pierdan 4,000 empleos de la industria textil.
Desde que esta en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA, por sus siglas en inglés), Honduras incrementó en 50 por ciento sus exportaciones de calcetines a territorio norteamericano, elevando su participación de mercado en 8.3 por ciento.
Pero China y Pakistán en forma conjunta tienen un 50 por ciento de cuota de mercado, pero los legisladores republicanos anti libre comercio no se dirigenhacia ellos, sino hacia los productos hondureños.
Gildan anuncio el 2006 su intención de abrir otra planta en Honduras en la zona norte, pero desde que conoció las presiones de los legisladores norteamericanos ha suspendido sus planes y la condicionó a que Estados Unidos no imponga ningún arancel a los calcetines procesados en Honduras.







