Estoy visitando varios países atendiendo invitaciones en defensa de la democracia», dijo Zelaya en declaraciones a los periodistas en el aeropuerto internacional de la capital peruana.
El presidente depuesto, quien busca el respaldo regional para recuperar el poder en su país, señaló que después de Perú tiene «una invitación pendiente para ir a Washington».
Tras sus breves declaraciones, abandonó el aeropuerto escoltado por varios vehículos de la policía y tenía previsto reunirse hoy con el presidente García en el Palacio de Gobierno de Lima a las 09.00 horas (14.00 GMT).
Zelaya fue depuesto del cargo el pasado 28 de junio, tras lo cual el Gobierno fue asumido por el entonces presidente del Congreso hondureño, Roberto Micheletti.
Pese a la condena unánime de los Gobiernos americanos a la defenestración, la mayoría de países de la región solo han anunciado acciones de carácter diplomático y en raros casos han incluido medidas económicas, comerciales o de otro tipo.
Las excepciones a esas presiones diplomáticas se han dado en Perú y Cuba, cuyos representantes siguen en Honduras, y Uruguay, que aunque condenó la salida de Zelaya no han tomado represalias de ningún tipo contra el Ejecutivo de Micheletti.







