En principio, el BCH calculaba un crecimiento del PIB de entre el 2 y el 3 por ciento para este año.
Esta estimación, explicó, es producto de una revisión que el directorio del BCH hizo este jueves del Programa Monetario aprobado en marzo pasado por el Gobierno de Manuel Zelaya, expulsado del país el 28 de junio por los militares y sustituido por Roberto Micheletti, quien fue designado por el Parlamento.
El BCH también revisó a la baja las perspectivas de inflación para este año, del 9 al 4,5 por ciento, y el volumen de reservas internacionales en un 3 por ciento.
Las reservas alcanzan actualmente unos 2.208,3 millones de dólares, que podrían cubrir alrededor de tres meses y medio de importaciones, según Midence.
«La revisión del Programa Monetario 2009-2010 se realiza en un escenario nacional e internacional muy diferente al que se tenía a inicios de este año», señaló el BCH en un comunicado.
«El actual contexto económico», agregó, «se caracteriza por una constante incertidumbre en la que predomina la profundización de la recesión económica mundial, que afecta duramente a Honduras; adicionalmente, el país vive una situación política interna que también incide negativamente en la evolución de la economía».
Midence explicó que, hasta junio pasado, el comportamiento de la economía, medida por el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), continuó reflejando la «trayectoria de desaceleración iniciada desde mediados de 2007».
Este comportamiento se explica por un menor dinamismo en la mayoría de sectores económicos, afectados principalmente por la crisis internacional y por la incertidumbre que afronta el país desde inicios de este año, según el comunicado.
Entre otros factores están la continua revisión a la baja del crecimiento económico mundial, el cambio drástico en el precio del petróleo, la disminución del flujo de remesas de los inmigrantes (la mayoría desde Estados Unidos) y la pausa en los desembolsos externos para el sector público.
Señaló, asimismo, que la reciente aprobación del Presupuesto General para 2009, el Gobierno de Zelaya nunca lo aprobó, «tuvo un notable impacto en las estimaciones de crecimiento económico y del comportamiento de las variables asociadas al sector financiero».
El BCH anunció en la nota que aplicará medidas para «restablecer rápidamente la confianza del sector privado nacional y de la comunidad internacional, de forma particular en la conducción de una política macroeconómica sana y responsable que facilite la labor de las nuevas autoridades, quienes tomarán sus responsabilidades en enero de 2010», producto de las elecciones de noviembre próximo.







