«El presupuesto que he enviado al Congreso sustentará la recuperación de nuestra economía sobre cimientos más sólidos, de manera que no tengamos que enfrentarnos a otra crisis como esta en 10 ó 20 años», afirma el presidente en su declaración, y posteriormente se dará un espacio para las preguntas de los periodistas.
Obama explica su apuesta por fomentar la educación y la formación de los estadounidenses, y por reducir el coste sanitario de las familias, y todo ello sin agrandar el déficit presupuestario de la nación, que el presidente quiere reducir a la mitad al término de su primer mandato.
Son reformas que, en su opinión, permitirán «sentar las bases de una prosperidad segura y duradera».
«Al fin y al cabo, la mejor manera de recortar el déficit a largo plazo no es manteniendo las mismas políticas de siempre, de deuda masiva y poca prosperidad. Es con un presupuesto que nos permita pasar de la era del gasto y los préstamos, a la era de los ahorros y la inversión».
Obama mostrará de nuevo su confianza en que la nación «se recuperará de esta recesión», si bien se requerirá «tiempo y paciencia».
La de hoy será su segunda conferencia de prensa formal desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero.
Obama se ha embarcado en los últimos días en una campaña de defensa de sus planes económicos, lo que lo ha llevado a convocar reuniones con ciudadanos de a pie, con preguntas y respuestas, y también a participar en varios programas de televisión.
El presidente quiere limar las resistencias que su presupuesto ha encontrado en el Congreso, no sólo entre la oposición republicana sino también entre legisladores demócratas moderados, que temen el efecto que la medida pueda surtir en el abultado déficit fiscal estadounidense.
La intervención también llega después de que el Departamento del Tesoro presentara el lunes su plan para los activos tóxicos bancarios, uno de los principales problemas que lastran el sistema financiero.