Tegucigalpa – Para las fiestas de navidad y fin de año de 2006, los hondureños miraban con asombro la subasta de un lujoso jet Grumman, del que nunca se supo su procedencia.
Una década después, el país observa con normalidad como se realiza una inédita subasta de cuantiosos bienes que han sido incautados al crimen organizado, narcotraficantes y corruptos.
Sobre el Grumman, abandonado en el internacional aeropuerto de Toncontín de Tegucigalpa, en febrero de 2006, a inicios del gobierno de Manuel Zelaya, se tejieron un sinfín de leyendas urbanas ante la falta de información oficial. Se aseguró que el mismo viajaba el narcotraficante Joaquín “El chapo” Guzmán, que traía millones de dólares, que venía con una encomienda especial para el hijo de un importante político, en fin, la imaginación y la voz popular fueron robustas entonces.
En contraste, hoy 21 de octubre, 10 aeronaves son parte del inventario puesto a la venta en la puja convocada por la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), en la norteña ciudad de San Pedro Sula.
La actividad es inédita y retrata como los criminales han sido despojados de bienes mediante la incautación.
La OABI administra bienes de origen ilícito que están relacionados al lavado de activos, corrupción, narcotráfico y ahora la extorsión que para citar un ejemplo ha permitido, en los últimos meses, la incautación de importantes patrimonios mal poseídos en poder de bandas criminales ligadas a la extorsión, mediante las operaciones Avalancha I y Avalancha II.
Lo mismo ha ocurrido con carteles de la droga, como la organización Valle Valle; Los Cachiros, el grupo WB al mando de Wilter Blanco, Los Handal, Don “H” y un sinfín de barones del narco. También corruptos de cuello blanco han sido desposeídos de grandes fortunas. Un caso sin precedentes en materia de incautación es el de los ligados al descalabro del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Una subasta sin precedentes
La subasta ha sido precedida de una amplia campaña mediática para promover la participación de potenciales clientes quienes deben inscribirse para poder tener acceso a los detalles del catálogo ofertado con precios y demás apartados de su interés.
En los últimos dos años se ha acentuado en el país los aseguramientos de propiedades, vehículos, embarcaciones, aeronaves, terrenos, ganado y otros.
El cierre de la subasta se efectuó este jueves a las 5:00 de la tarde. Personal de OABI estuvo en Expocentro de San Pedro Sula recibiendo documentos de los postulantes que se inscribieron en el portal www.oabi.gog.hn.
En la puja se incluyen 180 vehículos, 15 lotes de repuestos automotrices (448), 57 lotes de artículos para ferretería (6,959) y 10 aeronaves.
El precio base de los anteriores bienes es de 125 millones de lempiras, aunque se espera que la cifra sea rebasada.
Lo que más ha generado atracción de los participantes es el helicóptero Bell, valorado en 6.6 millones de lempiras como precio base.
Bajo el método que se está implementando, a través de la Unidad de Ventas y Subasta, la OABI se estrena con este tipo de procedimientos.
Anteriormente se subastaron lotes de ganado, pero nada, así como lo que se llevará a cabo este viernes, respaldado por una plataforma tecnológica, con avalúos profesionales y basados en normativa vigente.
“Será una subasta pública con un martillero y en la que las personas van a pujar con sus respectivas paletas con el lote de su interés. En esta oportunidad viene un martillero especializado de la Ciudad de México, quien nos ayudará con el ofrecimiento de los lotes y luego, como sucede en las películas, él, al mejor postor asignará los bienes”, explicó la portavoz de OABI, Claudia Solórzano.
Al menos 150 personas se han registrado en el proceso de subasta que se realizará este viernes 21 de octubre en la ciudad industrial de Honduras.
Para la primera semana de diciembre, la OABI tiene contemplada en Tegucigalpa la subasta a sobre cerrado de bienes inmuebles en los casos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y el próximo año OABI tendrá remates en línea.
Posteriormente se harán subastas en La Ceiba e Islas de la Bahía, así como ciudades importantes del país donde se aseguraron los bienes.
Se conoció de fuentes oficiales que para hacer la venta anticipada de los bienes no es necesario que los mismos tengan sentencia por parte del Juzgado de Privación de Dominios. “La ley permite monetizar los bienes y aunque estén incautados sin tener sentencia, ese dinero de la venta puede ser ingresado a una cuenta bancaria con la opción que, en el caso de restitución, se haga la devolución con los excedentes correspondientes”, apuntó.
La Ley de Privación de Dominios establece que la distribución del valor de la venta de los bienes, cuando hay una sentencia definitiva a favor del Estado, se hace así: 45% al sector prevención, 45 % sector seguridad y justicia, y 10 a la administración de los bienes que maneja OABI.